El sistema inmune del intestino participa en el desarrollo de deterioro cognitivo asociado al consumo excesivo de sal.

El consumo excesivo de sal (cloruro de sodio, NaCl) es un factor de riesgo bien definido que aumenta la incidencia de varias enfermedades cardiovasculares incluyendo la hipertensión arterial, la enfermedad vascular cerebral y el infarto agudo al miocardio. Así mismo, una dieta rica en sodio incrementa el riesgo de presentar deterioro cognitivo y demencia. Gran parte de los efectos deletéreos de la sal sobre la salud han sido atribuidos a su contribución en el aumento del volumen de líquido intra-vascular asociado al incremento de la presión arterial. Sin embargo, dicho mecanismo no está presente en el total de personas que consumen altas cantidades de sodio y que desarrollan deterioro cognitivo en ausencia de hipertensión.

Diversos estudios de investigación han mostrado que una dieta rica en sodio ejerce una influencia negativa directa sobre la capacidad de las células endoteliales que recubren la capa interna de las arterias para modular el flujo sanguíneo a través de la producción de sustancias vasodilatadoras como el óxido nítrico (NO). En un estado normal, las células endoteliales producen NO para mantener el aporte sanguíneo a diversos tejidos a través de la actividad de la enzima óxido nítrico sintetasa endotelial (eNOS). De esta manera, se asegura un flujo sanguíneo suficiente y una buena disponibilidad de nutrientes que promueven una adecuada función de los diferentes órganos.

El cerebro es un órgano particularmente sensible y una disminución en el flujo sanguíneo cerebral se ha asociado con el desarrollo de deterioro cognitivo y demencia. Algunos investigadores han observado que el consumo excesivo de sal conduce a una incapacidad de las células endoteliales de la vasculatura cerebral para producir NO. Además, resulta interesante que dicho consumo causa una activación importante del sistema inmune del intestino, el cual produce sustancias que podrían tener efectos a distancia sobre diferentes órganos como el cerebro. Sin embargo, el mecanismo exacto que resulta en la disfunción endotelial y la disminución del flujo sanguíneo cerebral así como su posible relación con la actividad del sistema inmune intestinal hasta ahora no ha sido esclarecido.

En un estudio reciente publicado a principios del 2018 en la prestigiosa revista Nature Neuroscience, el investigador Constantino Iadecola y su grupo de colaboradores han mostrado importantes descubrimientos que ayudan al entendimiento de los mecanismos que llevan al deterioro cognitivo en personas que consumen grandes cantidades de sal. En dicho trabajo, los investigadores alimentaron a un grupo de ratones con una dieta rica en cloruro de sodio y evaluaron el flujo sanguíneo cerebral, la función endotelial, la producción de NO y las habilidades cognitivas de los animales. Así mismo, determinaron si la activación del sistema inmune intestinal está relacionada con las alteraciones en la función de las células endoteliales de la vasculatura cerebral. De forma sorprendente, los investigadores observaron que las altas concentraciones de sodio en la dieta de los animales llevaron a una activación de un tipo específico de células inmunes denominadas “linfocitos cooperadores TH17” en el intestino delgado. Éstas células produjeron altas cantidades de una sustancia inflamatoria llamada interleucina 17 (IL-17), la cual causó una inactivación de la enzima eNOS en el endotelio de los vasos cerebrales, resultando en una disminución en la producción de NO y en una reducción en el aporte sanguíneo hacia el cerebro. Lo anterior se relacionó con alteraciones cognitivas en los animales alimentados con una dieta rica en sodio, ya que éstos no pudieron realizar correctamente algunas pruebas que requieren procesos de memoria y reconocimiento espacial.

Los hallazgos anteriores son de gran relevancia ya que ponen en evidencia la existencia de un eje intestino-cerebro, el cual podría explicar algunas asociaciones entre enfermedades inflamatorias, alteraciones dietéticas e incluso alteraciones en la composición de la microbiota intestinal con el desarrollo de enfermedades neurológicas crónicas como el deterioro cognitivo y la demencia. Así mismo, éstas observaciones abren un nuevo campo de investigación para el desarrollo de estrategias de tratamiento dirigidas hacia el bloqueo de la actividad de la IL-17 y su influencia en la función del endotelio cerebral.

Autor:

Dr. José Alberto Choreño-Parra

Diseño Gráfico:

Kamiro’S Digital Marketing

Director General CENNM

Dr. Parménides Guadarrama Ortíz

Referencias.
  1. Faraco G, Brea D, Garcia-Bonilla L, Wang G, Racchumi G, Chang H, et al. Dietary salt promotes neurovascular and cognitive dysfunction through a gut-initiated TH17 response. Nat Neurosci. 2018; Jan 15. [Epub ahead of print].

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